por Tanto es así que solo hasta octubre último se habían acumulado 19 tormentas tropicales, de acuerdo con especialistas del Centro de la Vigilancia del Clima, del Instituto de Meteorología, uno de los pocos de América Latina y El Caribe que emite sus propios estimados.
Por su orden, siete de ellas adquirieron categoría de huracán, Elsa, Grace, Henri, Ida, Larry, Nicholas y Sam; y cuatro la de huracanes de gran intensidad, Grace, Ida, Larry y Sam; pero también dos tormentas subtropicales y una de ellas pasó a ser la número 20 totalmente tropical al comienzo de noviembre.
En consecuencia, su comportamiento ha sido intenso para Cuba durante el semestre peligroso en el área geográfica del océano Atlántico tropical, incluido el Golfo de México y el mar Caribe.
Los profesionales del Centro de la Vigilancia del Clima señalaron que su promedio histórico, hasta finalizar octubre, era de 11 o 12 tormentas tropicales, de las cuales cinco o seis llegaron a ser huracanes.
De manera directa impactaron al país el huracán Ida y las tormentas tropicales Fred y Elsa, que llegó esta última a convertirse en huracán después de cruzarlo.
Sin embargo, en el Océano Atlántico se formó en el décimo mes del año la tormenta subtropical Wanda, aunque evolucionó a inicios de noviembre hasta transformarse en tropical.
Además, los huracanes Sam y la tormenta tropical Víctor, surgidos en septiembre último, continuaron su existencia hasta disiparse en los primeros días de octubre.
Desde la década de los años 60, el Instituto de Meteorología es uno de los contados en la región latinoamericana que realiza sus pronósticos y por la experiencia acumulada ha reiterado que octubre es el mes más peligroso de la temporada ciclónica para Cuba, que se extiende desde el primero de junio hasta el 30 de noviembre en la zona del océano Atlántico tropical, que contempla el Golfo de México y el mar Caribe.