¡Felicidades, Cuba!, ¡Felicidades, papá!

En una fecha como esta, es una tradición muy cubana que nos encontremos con nuestros padres, o con esas madres, abuelos y bisabuelos que además de serlo, también han asumido total o parcialmente el papel de los padres ausentes por cualquier motivo.

Al respecto, el doctor José Angel Portal Miranda, ministro de Salud Pública hace un llamado:

Quedarse en casa, si no es estrictamente necesario estar en la calle, resulta vital para contener la dispersión del virus. Por favor, no permita el ingreso innecesario de visitas a su vivienda. Esta es una enfermedad que puede dejar graves secuelas en quienes la padecen y ha llenado de luto a varias familias cubanas

El titular del MINSAP se ha dirigido a la familia cubana, protagonista indiscutible de todo cuanto se ha hecho por seguir salvando vidas, y le ha solicitado: una mayor dosis de disciplina para superar el actual incremento de contagios, muchos de las cuales corresponden a niños, adolescentes y embarazadas.

Especialmente se ha referido a este domingo en que celebramos el Día de los Padres:

El mejor homenaje que podemos hacerles es el comportamiento responsable de cada familia en el espacio íntimo del hogar y cumplir con las medidas de distanciamiento que demanda el actual contexto epidemiológico.

Sin triunfalismos podemos proclamar que tenemos vacuna y el país emprende un esfuerzo descomunal para producirla en un proceso creciente y estable, pero hoy y en los días por venir, la mejor vacuna sigue siendo cumplir las medidas que se están recomendando desde el primer día.

La vida está demostrando que la mayor parte de los contagios se producen por personas que no viven en la casa, sino que son visitantes, por lo cual la limitación de movimientos es un eficaz antídoto para no poner en riesgo a los seres más queridos.

Con la noticia de los resultados de las dos dosis de Soberana 02 entramos en una especie de tramo final o decisivo para llegar a la meta de un lugar seguro donde resguardarnos, y que coincide también con el agotamiento de largos meses de cuidados extremos y hechos tristes e inquietantes en nuestro entorno.

Debemos pedirnos un esfuerzo supremo y merecemos una respuesta masivamente positiva a felicitarnos virtualmente, desde la lejanía, lo cual no significa que falte el amor, sino todo lo contrario.

Autor