por Precisó que el objetivo priorizado de Washington es derrocar a los Ejecutivos de izquierda y progresistas, para lo cual ha perfeccionado los métodos de subversión y aprovecha los errores cometidos por las fuerzas políticas en funciones de gobierno.
Asimismo denunció que el plan imperial busca además quebrar los procesos de integración que tomaron forma en los últimos 15 años, desde la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) hasta la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Balaguer Cabrera subrayó que en la izquierda crece la percepción de que está obligada a evaluar los riesgos y las causas de los últimos reveses, pero con el objetivo de retomar la iniciativa, lo que calificó de importante.
El jefe de la delegación antillana resaltó además que reacciones en ese sentido se observan en Argentina y Brasil, mientras en Venezuela, Ecuador, El Salvador y Bolivia se originan debates para asegurar la continuidad de los procesos de cambio.
Agregó que en ese contexto, «nuestra tarea, nada fácil, es alcanzar la unidad dentro de la diversidad que caracteriza los sistemas políticos latinoamericanos y caribeños».
También se refirió a la política de bloqueo impuesta a Cuba por Estados Unidos durante más de medio siglo, la que consideró el principal obstáculo para su desarrollo económico y la cual llamó a eliminar.
Igualmente exigió la devolución del territorio que ocupa la base naval de Guantánamo y la suspensión de los programas que pretenden subvertir el sistema político cubano.