por De nuestra Ley de Leyes, donde se mantienen 11 artículos, se modifican 113 y se eliminan 13, se habla en cualquier lugar y a cualquier hora y no siempre con criterios coincidentes.
Está por ejemplo el tema sobre el matrimonio entre dos personas, no aprobado por algunos y certificados por otros planteando que cada persona es dueña de su vida y nadie tiene derecho a meterse en ella.
Tiene aprobación el contenido del derecho de igualdad que adquiere mayor desarrollo, al incorporar, entre otros, la no discriminación por identidad de género, origen étnico y discapacidad.
Criterios hay sobre los gobernadores que tendrán nuestras provincias, en el sentido de que deben ser elegidos y no designados, así como el tema de hasta los 60 años para ocupar cargos de altas responsabilidades, esgrimiéndose que pueden desaprovecharse fructíferas experiencias.
En una de las consultas del proyecto escuche plantear que “hay a quien le gusta hacerse el extranjero” y fue para dar total apoyo al tema de la ciudadanía efectiva, que consiste en que «los ciudadanos cubanos, en el territorio nacional, se rigen por esa condición y no pueden hacer uso de una ciudadanía extranjera».
Las valoraciones y criterios encontrados continúan como esencia de un democrático ejercicio dirigido a enriquecer nuestra ley de leyes, por lo que en otro momento volveremos con más de la sabia popular.