por Este sábado, también a su arribo a La Habana, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, calificó como un honor la invitación a asistir en Cuba a un acontecimiento histórico como esa misa, en la que el Papa estará allí “no solo para los cubanos y los que vamos a estar acá, sino para el mundo”, acotó.
Para las nueve de la mañana está previsto su inicio, pero antes, y una vez más, el jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano recibirá muestras de afecto, respeto y hospitalidad de la población, en el trayecto desde la sede de la Nunciatura Apostólica hacia la plaza.
Tal cual señala un reciente editorial del periódico Granma “escucharemos las palabras de Su Santidad con respeto y atención, mostrando que somos un pueblo educado y noble, que como digno anfitrión, le presentará su historia, cultura y tradiciones”.
De acuerdo con el programa oficial, en la tarde de este domingo el Papa Francisco realizará una visita de cortesía al Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Raúl Castro Ruz, en el Palacio de la Revolución.
Posteriormente asistirá, en la Catedral de La Habana, a la llamada Celebración de las Vísperas, junto a sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas; y en el Centro Cultural Padre Félix Valera, ubicado también en La Habana Vieja, sostendrá un encuentro con jóvenes.
Una amplia repercusión internacional ha tenido el cálido recibimiento ofrecido el sábado por el Gobierno y pueblo cubanos al primer Papa latinoamericano, en esta, la tercera visita que realiza a la Isla un jefe de la Iglesia Católica en los últimos 17 años.
Al llegar al aeropuerto internacional José Martí, en su primera alocución pública, de las 26 que hará durante la visita apostólica que lo llevará también a los Estados Unidos, Francisco envió un saludo de especial consideración y respeto al líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz.
En estos momentos, el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica hace su entrada a la Plaza de la Revolución José Martí, donde el pueblo concentrado en ese histórico lugar lo recibe con efusivas muestras de alegría, respeto y la hospitalidad característica de los cubanos y las cubanas.