por El Papa dedicó unos breves minutos a saludar a niños congregados entre la numerosa multitud que lo recibió con alegría.
En sus palabras de bienvenida, Raúl expresó la satisfacción del pueblo y el gobierno cubanos por la presencia del Obispo de Roma, y reafirmó que en su estancia será objeto de múltiples muestras de respeto, afecto y hospitalidad.
El mandatario de la isla caribeña reafirmó que a los cubanos los ha guiado el ejemplo de los próceres de la independencia de nuestra América, y en especial se ha hecho realidad la lección del Apóstol José Martí de que Patria es humanidad.
Hizo referencia a los puntos coincidentes entre La Habana y la Santa Sede en torno a asuntos medulares para la supervivencia de la humanidad, con énfasis en la protección y cuidado del medio ambiente.
Por su parte, el Papa Francisco agradeció a las autoridades cubanas por sus esfuerzos para garantizar el éxito de su visita a la mayor de las Antillas, y transmitió el sentimiento especial de consideración especial y de respeto al líder de la Revolución, Fidel castro.
Destacó que el aniversario 80 de las relaciones entre el Vaticano y La Habana, se inscribe como la renovación de los s lazos mutuos de cooperación y de amistad.
Reiteró que en su viaje apostólico, que coincide además con el primer centenario de la declaración de la Virgen de la Caridad del Cobre como Patrona de Cuba, vino a pedirle a nuestra madre como hijo y como peregrino para que la isla cartibeña transite por los caminos de justicia, paz, libertad y reconciliación.
Geográficamente Cuba mira por todos los caminos; su vocación natural es ser punto de encuentro para que Cuba se abra al mundo con todas sus magníficas posibilidades, subrayó el Vicario de Roma a su llegada a La Habana para iniciar una visita que ya es trascendente e histórica.