Joaquín Cuartas: Un hito en la escritura para la Radio Cubana

Este creador de nuestra radio también ha sido nombrado como “el mejor escritor de la radio actualmente y uno de los más prolíficos de todos los tiempos” y “escritor millonario” por sus millones de fieles oyentes de toda Cuba (Lázaro Sarmiento, 2008), “genio y maestro de la literatura radial”.

Comenzó su acercamiento al medio, en un seminario de dramaturgia organizado por José Ramón Brene condiscípulo de Gerardo Fulleda León, Eugenio Hernández Espinosa y José Milián.

Agradezco a Cary Martinez, Premio Nacional de Radio, quien recuerda su Fortunata y Jacinta, y rebuscando en sus memorias rememora cuando aquel contador de la Escuela de Comercio del Instituto Edison de La Habana trabajando en bancos, fue Mención en Teatro (concurso Casa de las Américas, 1965).

Por el año 1966 recibió en su hogar de Lawton (donde aún vive con su única hija, yerno y dos nietos) la visita de Willy Leyva (actor, director, jefe de programación) y Antonio “Ñico” Hernández (actor exclusivo de Crusellas y Compañía, entonces director de Radio Progreso; e intérprete de Sarría en Alegrías de sobremesa) porque sabían que Cuartas quería escribir para la radio. Con esa firmeza que le caracteriza Respondió: “sí, esperen…” , mientras, una anciana les brindó agua, no había más entonces… 40 minutos después regresó Joaquín Cuartas con un libreto que escribió mientras esperaban, aprobado enseguida. Aferrado a la tradición, aun escribe en su máquina eléctrica.

Reconocido sobre todo por su talento, en 1967-1968 adapta para Radio Progreso su primera novela: Fahrenheit 451 (ciencia-ficción, Ray Bradbury); hijo de una maestra rural, escribiría para “Estudio 4” adaptaciones y versiones conservando su esencia, teatro (generalmente, originales), programas infantiles, cuentos… así Los Artamonov, que dirigió Cary Martínez, asesor: Enrique Domínguez Sosa, música: Iván Pérez, actuando Asenneh Rodríguez, José Corrales y Luis Felipe Bagós, novela de Máximo Gorki, 1917 en Rusia; repetida en 1989.

Joaquín Cuartas aún trabaja en su vieja máquina de escribirSegún otra versión (Bruno Suárez, 2018) su amiga Maité Vera le avisó que Radio Progreso buscaba un escritor para dramatizados, donde lo recibieron Ñico y Juan Ramón González Ramos (Tatita, locutor), con las primeras indicaciones sobre el lenguaje radial. Recuerda con especial cariño su primera obra: La canción del Shannon. De otros escritores radiales elogió la gran cultura de Manuel Ángel Daranas y la capacidad productiva de Alberto Luberta; cita a Juan Hernández Díaz (Radio Progreso y Radio Rebelde), y Josefa Bracero Torres, pues dirigir radio exige ser artista,y recientemente Manuel Ramírez Heras (Radio Arte) y Enrique Írsula (Radio Progreso). Pondera a Oscar Luís López (según cuya entrevista, Caignet le vislumbraba gran imaginación; 1997), Abelardo Rodríguez y Rafael Linares, la asesora Norma Abad y el musicalizador Iván Pérez. Añora aquellas producciones con Marta Velazco, Aurora Pita, Julio Alberto Casanova…

Premio Maestro de Juventudes (Asociación Hermanos Saiz), premiado internacionalmente en España en su concurso de teatro radiofónico Margarita Xirgu (Descubriendo América, humorístico, que ofrece la actualidad continental, octubre de 1990) y en el Tirso de Molina (Vereda tropical; 1994, radioteatro; Consejo de Cooperación Iberoamericano), su más popular espacio es Tu novela de amor, de la emisora de la Familia Cubana, Radio Progreso.

Adaptó Escenas de París (Honoré de Balzac, 1969); Gabriela, Clavo y Canela (Jorge Amado); Aventuras (fines de 1973): Duelo al sol, (Niven Basch: el oeste estadounidense entre indios y colonizadores), directora: Marta Jiménez Oropesa actuando Aurora Pita, Julio Alberto Casanova, Parmenia Silva, Raúl Castellanos, Raúl Selis, e Ignacio Valdés Sigler; novelas: Viento Sur, Cuando baja la marea, Historias de amor y olvido, Amor con punto y coma, Barranco de ciegos (1989, director: Abelardo Rodríguez, asesora: Orieta Cordeiro, actuando Margarita Balboa, Marta Velasco, José Corrales y Julio Alberto Casanova, narrando Fernando Alcorta).

Joaquín Cuartas amasa entre sus Grandes Premios de novela original cubana del Festival Nacional de la Radio, y dirigidas por Esmeralda Fernández: El hijo de Santiago Moura (1987), La parranda (1988); y Encuesta para un divorcio (1989), Regreso a las Cumbres (1990, directora: Caridad Martínez, asesora: Carmen Puga, del Plan Turquino Programa de Desarrollo de las Montañas, actuando Hilda Saavedra).

Otra gran premiada y de millonaria audiencia fue Cuando la vida vuelve (1996, directora: Moraima Osa, con máximo récord de audiencia, hubo que repetir capítulos satisfaciendo demandas ante afectaciones eléctricas, homenaje a quien considera su maestro y sigue fielmente, Félix B. Caignet, argumento similar al de El derecho de nacer), cuyo último capítulo demostró el regreso indiscutible de la radionovela cubana: el 31 de diciembre de 1996, el Estudio 1 «Benny Moré» no dio abasto a tanto público y ubicaron altoparlantes en la calle. Cuartas propuso al director Manuel Andrés Mazorra, transmitir en vivo y con público un capítulo especial que seguiría dos años después del último, novedad muy exitosa, digna de repetirse. Luego, Nuevamente se hablará de Troya (2004); Crónica Social (2005).



Según entrevista (Sheyla Valladares, 2016; Suárez, y Sarmiento) no considera difícil escribir para radio, sino arduo, pues diariamente lo atrapa cada universo creado, aunque sean creados por otros cambia, pues un libro no es radio, donde prima el diálogo y un buen estilo de narrador.

La realidad a veces sorprende, pero sus historias salen de películas, de otros escritores, recrea constantemente lo que ya existe, personajes imaginados para darles vuelo, de profundidad aplastante, que disfruta con cada diálogo y sus propias vivencias que solo él reconoce, mostrando humanidad, bondad, sacrificio, “de carne y hueso”; de farsa, comedia, tragicomedia, pieza, de diferentes géneros teatrales (que irreverente rompiendo ocasionalmente el formato de radionovela, respeta más al escribir teatro, donde mejor se ubica dada su formación) sin limitarse a ninguna realidad.

Cuartas rechaza la vulgaridad, descuidar el lenguaje y que los dramatizados radiales pierdan rigor, de lo que responsabiliza a los directores y que debe mejorar, fundamentalmente la realización. Resume la clave de su comunicación a: familia, amor y dignidad, y logra verosimilitud. Lo peor es terminar una novela, y evitar repetirse. Solo recomienda trabajar, y cita a Edison: la creación es 95 % de sudor y 5 % de inspiración, A la tradición cubana de buenos escritores radiales (Félix B. Caignet, María Caridad Bravo Adams, Iris Dávila, Dora Alonso, Delia Fiallo…) Sarmiento agrega;  Liberadas las radionovelas de la publicidad, Cuartas entretiene y enriquece culturalmente con historias cercanas, agilizó el ritmo, enriqueció los diálogos a una radio de búsqueda, escribiendo a la vez varias obras.

Cuando fue intervenido quirúrgicamente a fines de los años 80, hubo que llevarle una máquina de escribir, pero continuó la novela. Más de quinientas personas le respondieron en los jardines de la Uneac, actuando Aurora Pita, Julio Alberto Casanova y Miriam Mier, respetando fielmente el protagonismo del narrador (Marlon Alarcón Santana), al estilo Caignet, su introductor en la dramaturgia radial. Ya en 2005 atesoraba 12 grandes premios en los festivales nacionales de la radio, además de Caracoles Uneac.



Joaquín Cuartas es el escritor radial y la persona más premiada de la radio de Cuba, y uno de los más queridos por la radioaudiencia.  Modesto Pérez Ramírez lo compara con Félix B Caignet, Dora Alonso y Alberto Luberta. Y así lo califica; como todo un incansable escritor de portentosa imaginación. Un maestro de la ironía con muy fino sentido del humor.

En el medio radiofónico siempre ocupa en sitial de honor. Si se trata de una obra, escrita por Joaquín Cuartas, queremos seguir escuchando. Así de intensos y patrimoniales son sus libretos para la Radio.


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