Sitio oficial de la Radio Cubana en Internet
La Opinión
La tradición de saludar a los periodistas que comparten el vuelo del Papa Francisco en sus visitas a diferentes partes del mundo tuvo en el día de hoy una connotación mayor por la expectativa ante el encuentro ecuménico con el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kirill.
El año 2015 fue el más violento de la historia moderna para la comunidad cristiana al alcanzarse “un nivel similar a la limpieza étnica”, reporta el informe anual elaborado por la ONG Puertas Abiertas.
La ya considerada histórica y trascendental visita a Cuba de Su Santidad Kirill, Patriarca de Moscú y de toda Rusia, y su encuentro con el Papa Francisco, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, en La Habana, ubica al centro de la atención mundial a dos figuras que pueden abrir una nueva página en los esfuerzos para lograr mejores vínculos religiosos, e influirá positivamente, no solo en las relaciones entre el catolicismo y la ortodoxia, sino también en la ansiada paz que tanto necesita hoy el mundo.
Por esas razones inexplicables y desgarradoras, que a veces tiene la realidad humana, cinco niños en Granma, víctimas de padecimientos poco comunes, requieren de manera indispensable para vivir del acoplamiento a una ventilación artificial.
El tema de los piropos no pierde actualidad, en primer lugar, porque en nuestro país forman parte del día a día sus habitantes y en segundo, por lo que representan para el establecimiento de roles y patrones de género.
Hoy es casi imposible salir a la calle y no escuchar al menos un piropo, hacia uno mismo o hacia cualquier otro transeúnte con el que nos crucemos. Por lo general, suelen ser los hombres los que piropean, las mujeres rara vez se animan pues al hacerlo se ve mal a los ojos de otros quizás por el machismo casi endémico que existe.
