Un periodismo rebelde hacia el XI Congreso de la UPEC

“De la historia tenemos que aprender a leer mucho”, ese es quizás uno de los enunciados que con mayor potencia semántica expresó cómo cualquier transformación social en Cuba, específicamente la transformación del modelo de prensa, debe nutrirse del conocimiento de la historia nacional. Por eso, no fue casual que cuando el periodista Andrés Machado Conte apuntó la idea este 15 de noviembre, en la asamblea de balance de la delegación de base de Radio Rebelde, ofreciera una guía ética hacia donde debe enrumbarse el sistema de prensa público: “debemos construir, como escribiera Cintio Vitier, un ´parlamento en la trinchera´, algo que solo es posible a través de ´la amenidad revolucionaria´ de la cual habló José Martí, orientada por una lealtad como la de Carlos Manuel de Céspedes, quien no traicionó a la Patria ni al ser calumniado, al momento de su destitución, frente a prisioneros españoles”. Mantener ese espíritu rebelde con el que nació la emisora el 24 de febrero de 1958 es el propósito mayor. De hecho – dijo el periodista Pablo Rafael Rodríguez al leer el informe sobre el trabajo desarrollado desde el 2018 hasta la fecha – “cuando no pocos pensaron que las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones apagarían el sonido de la radio, nos multiplicamos en las nuevas plataformas” y ahora constituyen uno de los medios insertos en el denominado experimento para la transformación editorial y económica de la prensa. Para esbozar cambios reales, como detalla el informe, se ha trazado una estrategia de funcionamiento basada en un plan de negocios capaz de “diversificar las fuentes de ingresos financieros, la producción de contenidos no periodísticos para personas jurídicas y nacionales y el afianzamiento de la marca Rebelde entre las audiencias”. Si la emisora se ha convertido – de acuerdo con Lianet Uley, directora de …

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¿Qué es y qué hace un delegado?

En la circunscripción electoral, la autoridad radica en el conjunto de sus electores; quienes participan en las principales decisiones del municipio por intermedio de su delegado, los que pueden revocarlo en cualquier momento, cuando no responda a sus intereses. El conjunto de delegados elegidos –mediante el voto libre, igual, directo y secreto de los electores– en cada circunscripción en que, a los efectos electorales, se divide su territorio, integran la Asamblea Municipal del Poder Popular. El periodo de duración del mandato de los delegados coincide con el de la Asamblea Municipal del Poder Popular, que se renovará cada cinco años. Dicho mandato solo podrá extenderse por decisión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en los supuestos previstos en la Constitución. Al momento de constituirse la Asamblea Municipal del Poder Popular, de entre sus delegados se elige al Presidente y Vicepresidente, y se designa a su Secretario, de conformidad con los requisitos y el procedimiento previsto en la ley. Los delegados cumplen el mandato que les han conferido sus electores, en interés de toda la comunidad, para lo cual deben compartir estas funciones con sus responsabilidades y tareas habituales, según establece el artículo 193 de la Constitución de la República. Cuando resulte indispensable proporcionar facilidades a un delegado en su centro laboral, por la necesidad de atender actividades impostergables de su cargo, el Presidente de la Asamblea Municipal lo solicitará a la autoridad correspondiente. Los delegados a la Asamblea Municipal del Poder Popular reciben de los órganos, organismos y demás entidades estatales, el apoyo necesario para el cumplimiento de sus deberes. La condición de delegado no entraña privilegios personales ni beneficios económicos. Solo tienen carácter profesional los cargos de Presidente y Vicepresidente de la Asamblea Municipal, de Presidente de los consejos populares y de aquellas comisiones permanentes que la Asamblea …

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