Es la cubana una Revolución de esencias humanas

Cuando aquel 1ro. de enero de 1959 triunfó la Revolución Cubana frente a todo pronóstico y presión de las fuerzas del tirano Fulgencio Batista, apoyadas por Estados Unidos, nuestra nación se convirtió en la mismísima encarnación de la utopía, de la alternativa posible por un mundo mejor. A partir de entonces este pequeño archipiélago sería un ejemplo global de resistencia y, tras la caída de la Unión Soviética y del campo socialista europeo, en la muestra irrefutable del poder y el valor de la dignidad. La Revolución que triunfó hace 64 años abrió el cauce de la democracia popular para América Latina frente al dominio estadounidense y volvió al pueblo cubano protagonista de luchas y sacrificios constantes en nombre de la libertad, la independencia y de ese viejo anhelo martiano que soñaba una República cuya ley primera fuese el culto a la dignidad plena del hombre. En 1959 el deseo del autor de La Edad de Oro empezó a hacerse realidad, como parte de un proceso de los humildes, por los humildes y para los humildes que condujo al país a ser, además, unos años después, la primera nación latinoamericana socialista. El destacado intelectual Fernando Martínez Heredia, al reflexionar sobre el tema, resaltó precisamente como principal y más valiosa dimensión de la Revolución, su esencia humanista, y dentro de ese principio, su internacionalismo, «rasgo primordial que también es distintivo del socialismo cubano, y que tanto nos ha desarrollado y salvado de mezquindades y retrocesos». La caída del campo socialista denostó la promesa de un mundo alternativo, pero Cuba no encajaba en aquellas fórmulas y se irguió hereje al aspirar a otro tipo de civilización más allá del capitalismo, fiel a aquella peligrosa locura, que según el escritor y periodista Eduardo Galeano tiene como principal sustento «creer que los seres humanos …

Es la cubana una Revolución de esencias humanas Leer más