por Arelis Alba Cobas, Jefa de Programación e Información del medio de comunicación, sació, anónimamente desde @labaracoesa, la sed de noticias sobre la Ciudad Primada, uno de los territorios más golpeados por los vientos y penetraciones al mar a causa de Matthew.
Actualización rápida y constante de los acontecimientos:“Aquí pueden mirar el rostro de Baracoa después del Huracán Matthew”, tuiteaba Arelis o @labaracoesa, como muchos seguramente la conocen, acompañando sus mensajes con fotos, como resultado del arduo trabajo de la emisora que por más de 24 horas reseñó los estragos y después las primeras labores de recuperación.
La Agencia Cubana de Noticias decidió acercarse a la profesional para conocer más sobre uno de los momentos que ya marcó la historia de la provincia: el paso de Matthew por Cuba:
–¿Cómo desarrollaron el trabajo durante el paso del huracán y qué dificultades afrontaron?
–Tenemos que lidiar con la angustia y el peligro, la incomunicación con nuestros seres queridos, las condiciones irregulares de trabajo, la presión psicológica de saber que miles de personas en el mundo están pendientes de tu trabajo porque a veces, eso es lo único que los une con sus familiares y amigos atrapados en medio de un huracán que, más fuerte que sus vientos, ataca con la poderosa arma de la incertidumbre.
–¿Cómo te sientes al ver tus fotos reflejadas en tantos medios?
–No son mis fotos, son las de un equipo de trabajo: nuestro fotorreportero, el Webmaster del sitio web, una estudiante de Periodismo, una periodista, hasta la secretaria del director del órgano de prensa.
“Somos un equipo en Radio Baracoa. Los sentimientos son encontrados: a veces el horror y la angustia saltan más nítidos ante nuestros ojos en una imagen congelada, es como si quisiera quedarse para siempre; pero a la vez, sentir tanta solidaridad humana, tanto consuelo es una brisa de esperanza que nos da la fuerzas para seguir.
“No es casualidad que la etiqueta #FuerzaBaracoa haya sido tendencia en Twitter este miércoles. Y son esas fotos las que han canalizado esos buenos sentimientos”.
–¿Cuál es el nombre del fotógrafo y del resto de equipo?
–El fotorreportero se llama Miguel Ángel Sánchez. Él perdió su casa, muy cercana al malecón, y también todo lo que había trasladado a otra, un poco más alejada del mar; pero que tampoco resistió el embate de Matthew.
“Aun así, ha seguido trabajando con entereza y compromiso para entregar al mundo estas imágenes impresionantes. No estamos todos. Algunos han ido a su casa a ver qué pueden salvar… si es que aún tienen casa.
“En estas imágenes están reflejadas 48 horas de trabajo ininterrumpido, sin dormir, sin descansar. No son buenas imágenes porque los dos fotógrafos titulares, o al menos los que mejores cámaras tienen salieron para sus casas.
“El resto del equipo son: el webmaster Alfredo Galano; los periodistas del sitio web Gladys Quintana, Eliannis Legrá y Richard López; los periodistas de la Redacción Informativa Mara de Labat, Dayneris Navarro, Mirna Rodríguez, Omar Suárez, Rubén Fiffe y Maricel Reyes; la estudiante de periodismo Claudia Rafaela Ortiz; el chofer Pável Rey; el director de la emisora Atmer Suárez y yo, que soy Jefa de Programación e Información de nombramiento, periodista para siempre.
“La estudiante de periodismo está en segundo año de la carrera en la Universidad de Oriente. Al igual que todos nosotros ha estado 48 horas sin dormir, actualizando las redes sociales. Ahora escribió un trabajo titulado: Matthew no acaba de llover y ya está escribiendo otro, además salió a hacer fotos en la tarde de ayer y en la mañana de hoy”.
–¿Qué programa tienen para las próximas horas?
–Nos turnaremos a partir de ahora para trabajar. No creo que podamos descansar. Casi todos tenemos afectaciones más o menos severas en nuestras casas.
Matthew azotó este martes y miércoles el extremo oriental de la Isla. Penetró en territorio cubano por las inmediaciones de Punta Caleta, en la costa sur de Guantánamo, alrededor de las seis de la tarde y atravesó 27 km hasta salir por la Bahía de Mata.
El meteoro provocó fuertes marejadas e inundaciones costeras en Baracoa, con olas de seis a ocho metros de altura, en tanto el radio de la pared del ojo abarcó de Maisí hasta Baracoa, por lo cual resultaron junto a Imías los municipios más dañados y con escasa comunicación.