Hoy la programación en vivo transita por tiempos diferentes a los que se realizaban cuando eran grabados, entre todos se hacia una lectura de mesa, ensayo al micrófono y finalmente la grabación. Esta rutina productiva variaba según los artistas y el equipo de realización que iban dominando el programa, y se realizaba el trabajo de mesa o ensayo ante el micrófono de acuerdo a la necesidad que el director entendiera.
En la actualidad se trabaja en la preparación del colectivo, con el asistente del programa, locutores y director, pues el operador debe estar en cabina hasta terminar el programa que antecede. Se evalúa la puesta anterior y se da a conocer el tema, los invitados y el orden en que saldrán al aire, desde luego todo esto es cuando el proceso de preparación se hace bien.
Una vez iniciado el programa, se avanza en la preparación con el operador sobre la música seleccionada en los gestores donde se puede encontrar, pero no dispone de todas la trayectoria pues los invitados no llegarán todos juntos sino a medida que el director y el asistente lo fueron citando. Entonces con cada uno de ellos se realiza la preparación del tema a tratar por cada especialista, los espacios y el tiempo que se le va a otorgar, mientras que el comunicador debe insistir en su entrevista. También con el entrevistador se indaga los datos imprescindibles de la carrera profesional del invitado y lo más destacado.
En todo este proceso es necesaria la preparación y evaluación para ir corrigiendo la puesta, ello constituye un proceso continuo pues no termina uno y comienza otro sino se va realizando simultáneamente todo para garantizar la calidad, chequeando no disminuya ni el ritmo ni la curva de interés.
Asimismo se procede con la música, aún cuando esté preseleccionada se introducen cambios si se nota que puede descender la parábola de motivación.
En este análisis de lo planificado en los programas en vivo lo que ocurre realmente es que los invitados deben garantizar la motivación en el oyente. Algunos programas aun están lejos de esta aspiración pues no logran sedimentar en la audiencia los objetivos propuestos ni el motivo de la entrevista, ni te aportan nada interesante.
A la hora de enmarcar un tema como este , -la preparación de un programa en vivo- nos encontramos varias dificultades derivadas del poco dominio de la técnica de la Producción Radiofónica y el escaso interés por el recorrido histórico que guíe la motivación a la introducción de mejoras para adaptarlas a estos tiempos y a las nuevas tecnologías. Esto exige ubicarnos en una realidad más general a través de estudios e investigaciones relacionadas con la radio.
Otra dificultad relacionada con el propio carácter del ámbito que nos ocupa esta fuertemente ligada al mundo profesional. Ello obliga a estar en permanente vigilancia de cómo ocurre o transita esta disciplina en el exterior para unir los objetivos y nos ilustren de los requerimientos técnicos del servicio radiofónico, del momento actual y del futuro.
Si partimos del reconocimiento que la radio es imaginación, ensueño, ilusión, cercanía. Y si la radio busca crear imágenes, estimular los sentidos y generar emociones. Entonces el medio radiofónico navega junto al oyente, acompaña los instantes solitarios, deriva las penas, se une a las alegrías. Pero solo conseguirá esos objetivos si sus creadores logran alcanzar esas motivaciones en el oyente a través de sus realizaciones.
No faltan los que califican al medio radial de disminuido, de limitado, invisible, ciego, desconocido en sus posibilidades, desperdiciado en sus potencialidades, ignorante de su capacidad expresiva. Y, sin embargo, se puede despertar la imaginación y hacer pasear por lugares desconocidos, transmitir sentimientos profundos, transitar por el tiempo. María Cristiana en su obra: “El lenguaje seductor de la radio” declara: “Ir y venir, subir y bajar, abrir y cerrar” constituyen, de acuerdo a la descripción crear imágenes de estas acciones en cada oyente de manera única. Esas características, son las que convierten al medio radial en seductor, transformador mágico y en pintor de sueños imposibles.
Para aquellos que puedan pensar que la radio está agotada como medio, que se aproxima a su ocaso les proponemos estas reflexiones de Emma Rodero Antón: “Y es que una sociedad dinámica exige una radio ágil que proporcione respuestas a sus inquietudes fundamentales a través de un lenguaje vivo y rico. Si no hay evolución creativa, la audiencia abandonará el hábito de la escucha”.
De esa búsqueda permanente, de la adaptación recurrente para cada tiempo, es la garantía de un medio único, insustituible, como la radio.