por La Declaración de Birán, aprobada al concluir el cónclave que tuvo por sede a la provincia de Holguín, reclama cerrar filas y preparar al pueblo para los combates de la contemporaneidad que, asume, es la mejor manera de defenderlo.
El documento alerta contra manipulaciones ideológicas enfiladas al culto de la desmemoria, la adulteración de la historia nacional, su manipulación y resignificación, desde posturas que desmontan su valor intrínseco como tejido vivo de la Patria.
Los miembros de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (UNHIC) denunciaron que tales intentos manipuladores son orientados a la juventud, por lo que reclaman enfrentar la subversión enemiga con inteligencia.
