por El mejor discípulo del Héroe Nacional José Martí está cerca del Monumento de su Maestro y de sus compañeros del asalto al Moncada, la lucha clandestina e internacionalistas, y a unos pasos de la tumba de Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, de la estoica madre de los Maceo, Mariana Grajales, y de Frank País, el inolvidable hijo de Santiago de Cuba.
Acompañaron la caravana el Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), General de Cuerpo de Ejército Leopoldo Cintra Frías, y los viceministros, generales de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín y Joaquín Quinta Solás.
En tierras santiagueras, donde los cubanos proclamaron el Juramento de Baraguá en febrero del 2000 en el mismo lugar donde Antonio Maceo protagonizó la histórica protesta y patentizó la intransigencia revolucionaria ante la rendición y la derrota, los cubanos ratifican ese compromiso con el legado fidelista.
Está fresca aún la demostración de duelo y compromiso de la noche de este sábado, en el acto patriótico en la Plaza Antonio Maceo, de la Ciudad Héroe, donde hubo una vigilia en su honor y el pueblo juró ante el fundador de la Revolución cubana y la figura ecuestre del Titán de Bronce mantener las conquistas de tantos años de lucha, defender su legado y la unidad de la nación.
En sus emocionantes palabras, el General de Ejército Raúl Castro, destacó las enseñanzas de Fidel para avizorar el futuro, y agregó que el pueblo cubano continuará demostrando «que sí se puede resistir, sobrevivir y desarrollarnos sin renunciar a los principios ni a las conquistas del socialismo en el mundo unipolar y y de omnipotencia de las transnacionales que surgió después del derrumbe del campo socialista de Europa y de la desintegración de la Unión Soviética».
