por El yate Granma, como hace seis décadas, volvió a izar velas y coronarse. Ahora de la mano de pioneros y sus pañoletas azules que conformaron un mar de voluntades de «pinos nuevos».
Junto a ellos, desfilaron nuestros jóvenes Camilitos, alumnos de las escuelas Antonio Maceo y General Máximo Gómez, e integrantes de la Marina de Guerra, las Tropas Especiales, las Milicias Nacionales Revolucionarias, las Milicias de Tropas Territoriales, el Ejército Juvenil del Trabajo, el Ministerio del Interior y las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y las Milicias Universitarias.
Por la Plaza de la Revolución José Martí marcharon también miembros de escuelas pedagógicas en homenaje a los alfabetizadores, milicianos que combatieron en Playa Girón, soldados de las misiones en Africa que sembraron para la historia patria una semilla que hoy germina como un sagrado principio: el internacionalismo.
Y de nuevo nuestros niños representados en La Colmenita, le abrieron el camino al Pueblo Combatiente. En su marcha, la convicción de construir esa Cuba mejor y posible, sostenible, próspera, socialista. Ahí estaban la fuerza de las ideas, la unidad imprescindible en cada batalla.
La pujanza de miles de compatriotas, con la juventud en la proa, sellando una gloriosa mañana donde cabalgó invicto el Comandante en Jefe.
Como afirmó en su cuenta de Twitter el radialista @oneliocc: “Desde el pecho de #Cuba: ¡Con #Fidel y #Raúl, Sí se pudo forjar la Revolución, Sí se puede preservarla, Sí se podrá mantenerla viva siempre!
