por Con el sueño de estar vinculada al mundo de la gestión cultural una vez graduada, la estudiante de tercer año de Comunicación Social, Belsis Isabel Rodríguez Carvallo, recuerda todavía la rutina que debía seguir durante su estancia como voluntaria en un centro de aislamiento de la capital.
Los días de labor en el Centro de Aislamiento Alamar 6, una de las residencias estudiantiles de la Universidad de la Habana, le permitieron a esta estudiante incorporar a su vida una filosofía que hoy comparte con familiares y amigos.
Al igual que Belsis, el estudiante de cuarto año de Comunicación Social, Jorge Alfonso, califica de enriquecedora su experiencia como voluntario en el Centro de Aislamiento de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI).
Con un desempeño de hace un año y medio en el mundo del periodismo, específiamente en la revista Alma Mater, Jorge Alfonso recuerda de manera especial su último día como voluntario.
Con diferentes anhelos profesionales, Belsis y Jorge forman parte de los miles de jóvenes cubanos que han puesto a la Universidad a la altura de los nuevos tiempos.