por Al presentar el proyecto de resolución en el Palacio de Convenciones de La Habana, el miembro del Buró Político, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, destacó que el documento es expresión de la continuidad histórica de la Revolución y el espíritu y las enseñanzas de su líder, Fidel Castro Ruz.
«El Informe expone con valentía, objetividad, agudeza, claridad y sentido crítico el trabajo realizado en estos cinco años, define los desafíos que tendremos, a la vez que transmite confianza en la actualización del socialismo próspero y sostenible que construimos», destacó Díaz-Canel.
«Identifica la mentalidad obsoleta como el principal obstáculo que conlleva a la inercia o a la falta de confianza en el futuro, junto a otras deficiencias que persisten, entre ellas, la falta de preparación, exigencia y control, y la poca previsión e iniciativas de cuadros y funcionarios encargados de llevar a cabo estas tareas», subrayó.
Agregó que «es un paso de avance arribar a una propuesta de conceptualización del modelo económico y social al que aspiramos que unido al plan nacional de desarrollo hasta el 2030 permitirán al Partido, al Estado y al Gobierno contar, en lo adelante, con una herramienta para discutir, analizar y buscar el consenso necesario, con el objetivo de adoptar las decisiones más importantes que correspondan en el futuro».
Durante la presentación del proyecto de resolución del Informe Central, el también Primer Vicepresidente cubano expresó que este documento ratifica la voluntad de seguir construyendo un socialismo próspero y sostenible.
«El Primer Secretario del Comité Central del Partido, en su informe, deja claro que la construcción de un socialismo próspero y sostenible no implicará jamás el sacrificio de nuestra soberanía ni las riquezas del país, el bienestar y la seguridad de nuestro pueblo», subrayó.
«El compañero Raúl fija de manera nítida que el desarrollo de la economía nacional junto a la lucha por la paz y la firmeza ideológica constituyen las principales misiones del Partido».
Sobre la política de cuadros, dijo que es necesario «lograr una mejor preparación para su desempeño, incrementar la promoción de mujeres, jóvenes, negros y mestizos a puestos decisorios, así como la creación de una reserva de cuadros que asegure una paulatina y sostenida renovación de los cargos de dirección en el Partido, el Estado y el Gobierno».
«Reafirma que en nuestro país hay y habrá un solo Partido: el de Martí, Baliño, Mella y Fidel, que garantiza la unidad de todos los cubanos. Corresponde al Partido alcanzar una activa participación y amplio intercambio de opiniones entre militantes y el pueblo en general».
«Los delegados coinciden en que la lucha contra la subversión política e ideológica, la formación de valores en nuestra sociedad y la atención a la niñez y la juventud, destacados en el Informe Central, son asuntos estratégicos para el país de los cuales depende la existencia misma de Cuba como nación soberana», aseveró.
«El Congreso ratifica los principios que sirven de guía a nuestra Política Exterior, al tiempo que reitera la decisión de los cubanos de defender la independencia conquistada y sostenida por la Revolución».
«Convoca a las organizaciones políticas, de masas y sociales; a los organismos del Estados y el Gobierno, y al pueblo, a redoblar los esfuerzos para enfrentar con éxitos las múltiples y complejas tareas a desplegar, tal y como se define en el Informe Central, en pos de la consecución de una nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible».
Al aprobar el Informe Central presentado por Raúl, el Séptimo Congreso del Partido Comunista de Cuba suscribió, además, la recomendación de la aplicación de la política acordada en materia de plazos y edades límites para ocupar cargos de dirección en las instituciones estatales y gubernamentales.
El otro acuerdo, incluido en la resolución sobre el Informe y certificado por los delegados a la cita, establece la orientación del estudio del documento por los militantes del Partido y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), así como propiciar que el debate abarque a toda la población.