El bloqueo no puede impedir el bienestar de los cubanos

Por su vehemencia, rigurosidad histórica, encomio a las históricas relaciones entre las patrias de José Martí y Benito Juárez y precisión en su propuesta, el líder político mexicano estremeció a seguidores y adversarios.

La derecha mexicana más rancia, como aquella que se aproxima a cierta colectividad extremista de un país europeo, y la prensa tradicional acogieron expresiones de rechazo a la posición valiente del Primer Mandatario. 

Todos ignoraron la vigencia e impacto del recrudecido bloqueo de la potencia del Norte hacia la mayor de las Antillas, y su papel en las actuales privaciones materiales en este país, aquejado además por la huella de la pandemia en los presupuestos públicos.

Nada de lo anterior pasa por alto en el análisis acucioso de AMLO, como más lo conocen, para quien Washington debe ponerle fin a lo que califica de política de agravios hacia Cuba.

López Obrador, quien con todo respeto aludió a lo que considera como suficiente sensibilidad política del presidente Josep Biden, dijo esperar porque con esa grandeza ponga colofón al cerco.

Porque, en el criterio del orador en medio de los festejos por el aniversario 211 de la independencia de México, “se ve mal que el gobierno de Estados Unidos utilice el bloqueo para impedir el bienestar del pueblo de Cuba con el propósito de que éste, obligado por la necesidad, tenga que enfrentar a su propio gobierno”.

AMLO se expresa en esa dirección, en consonancia con su defensa y aplicación de una política de Estado, con indudables afanes de integración latinoamericana y apego a los principios de soberanía y autodeterminación.

Además, su posición no es aislada porque en la Asamblea General de la ONU se han pronunciado a favor de solicitarle a Estados Unidos dar término al bloqueo contra Cuba.

Tantas veces la ONU se manifestó en esa cuerda porque durante más de 60 años Washington ejerció una política genocida que obligó a los cubanos a resistir, tan tenazmente que, en opinión de AMLO, ese pueblo merece el premio de la dignidad.

Ese pueblo martiano recibe con conmovedora gratitud las expresiones de López Obrador a favor de que se ponga fin a una estrategia de barbarie, porque —como enfatizara el dignatario— ningún Estado tiene derecho a someter a otro país.

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