Fidel y su idea de la cultura

Para ser verdaderamente libre, Cuba tendría que ser culta.

Con la guía del Comandante en Jefe, la Revolución se dio a la tarea, paso a paso, de alfabetizar al pueblo, crear aulas, formar maestros, potenciar el desarrollo de la ciencia, generalizar la enseñanza superior.

Al horizonte, Fidel veía un pueblo que pensaba. Ante los intelectuales, en temprano encuentro, esbozó la idea de trabajar por una cultura general, un concepto consolidado en el siglo 21.

Sobre la necesidad de que el creador produjera para el pueblo y este a su vez elevara su nivel cultural y se acercara a los artistas, se pronunció Fidel en junio de 1961.

En tiempos de bonanza como en los más duros, la Revolución ha mantenido el propósito de forjar una sociedad capaz de comprender y disfrutar todas las manifestaciones de la cultura.

La idea defendida por Fidel desde los inicios del proceso revolucionario cubano, de poner al alcance del pueblo el patrimonio artístico de la humanidad, nunca perdió vigencia.

Sabedora de que solo a través del conocimiento se puede concebir un ser humano culto, y fiel a su principio de solidaridad, la Revolución también abrió aulas de diferentes niveles de enseñanza para jóvenes de otros países y envió maestros a distintas latitudes.

Fidel voceó al mundo que cuando el pueblo logra una cultura superior, si bien aumentan los beneficios materiales, la riqueza espiritual que obtiene es lo verdaderamente imponderable. Y en los duros años del período especial, llamó a salvar, primero, la cultura.

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