por En el más reciente Pleno ordinario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC), que se detuvo en el análisis del comportamiento de la economía en Sancti Spíritus en la última etapa, este constituyó uno de los elementos resaltados.
Valga acotar que la Ley No. 113 Del Sistema Tributario establece una contribución para el desarrollo sostenible de los municipios, que grava los ingresos por la comercialización de bienes o prestación de servicios, obtenidos por las empresas, sociedades mercantiles y cooperativas, por sí mismas y por sus establecimientos en cada territorio.
No obstante, la legislación exime del tributo a las entidades obligadas -por estar ubicadas en zonas declaradas priorizadas para la conservación- al pago de un porcentaje destinado a la restauración y a la preservación de las mencionadas áreas, como sucede en Trinidad.
El tributo a pagar -hasta ahora el 1 por ciento- depende de lo fijado en la Ley del Presupuesto del Estado, aprobada anualmente por el Parlamento cubano.
Los destinos fundamentales de lo recaudado en Sancti Spíritus de 2014 hasta la fecha han estado concentrados, básicamente, en Educación, Salud Pública, Servicios Comunales y Cultura, en lo particular, en gastos de reparación y de mantenimiento constructivo de consultorios médicos, hogares de ancianos, compra de equipos médicos y no médicos, escuelas, funerarias, cementerios, parques infantiles, museos, teatros, y bibliotecas, así como en la inversión en la Plaza Cultural en la ciudad cabecera.
Este aporte ha favorecido, particularmente, el programa integral de atención comunitaria impulsado por las autoridades de Gobierno, con beneficios en más de 160 pueblos o asentamientos en todos los municipios espirituanos, donde han sido mejorados la infraestructura inmobiliaria y vial, así como el alumbrado público, entre otras acciones.
Fuentes de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Sancti Spíritus han destacado la repercusión favorable de lo recaudado en la ejecución de dicho programa, en específico en la rehabilitación de consultorios médicos y de centros educacionales rurales.
Sin dudas, estamos en presencia del pago de un tributo con resultados tangibles en el desarrollo local.