por Para dirigir la campaña en busca de otros cuatro años de mandato, acaba de nombrar a Brad Pasqueil, un economista que diseñó y gestionó la página web del magnate devenido político durante la anterior lucha por la Casa Blanca.
Facebook fue el terreno principal del trabajo de Pasqueil, quien asegura que esa fue la clave de la inesperada victoria electoral, al permitirle alcanzar de manera fácil y barata a una apreciable masa de votantes.
No obstante, la designación evidencia la poca confianza de Trump en el Partido Republicano a la hora de proyectar la estrategia para asegurarse en la Casa Blanca por otro mandato.
No es descabellado pensar en una eventual reelección de Trump, quien llegó a la presidencia con el apoyo del capital privado más reaccionario de Estados Unidos, con el vicepresidente Mike Pence al frente de la escudería.
Además, recibió unos 60 millones de votos, una masa no despreciable de electores conformada en buena medida por un grupo fundamentalista, en especial los llamados libertarios, quienes detestan todo lo que huela al gobierno central y al llamado stablishment.
Tampoco se puede desestimar el respaldo del lobby sionista, que no es el lobby judío, sino las fuerzas políticas y económicas más cercanas al Israel de Netanyahi.
En fin, que aunque es difícil de ver, el actual presidente de Estados Unidos tiene un apoyo apreciable y por eso ya Trump afila sus armas de cara a la reelección.