por El territorio alemán es el más afectado por la emergencia climática, que llevó al ministerio Federal de Defensa a declarar este viernes el estado de catástrofe militar.
La medida movilizó a mil soldados para ayudar en las operaciones de rescate, evacuación y limpieza de las ciudades, con el despliegue de camiones, ambulancias, cargadores de ruedas y vehículos blindados.
Además, helicópteros de transporte y de rescate ya están operativos para la asistencia administrativa y el apoyo desde el aire.
Las intensas precipitaciones que azotan desde el lunes el oeste alemán, desbordaron varios ríos, inundando las calles de múltiples localidades, algunas de las cuales han quedado inaccesibles debido al bloqueo de las carreteras y a la destrucción de puentes.
Las tormenta sorprendió a los habitantes y algunos quedaron atrapados en apenas unos minutos por las riadas y desbordamientos de ríos, que sembraron desolación y miedo a su paso.
El número confirmado de víctimas mortales se incrementó a 106 y hay más de mil 300 desaparecidos, aunque la cifra podría variar debido al colapso del sistema de telefonía móvil.
Este desastre natural registra la cifra más alta de pérdida de vidas en Alemania desde 1962, cuando 340 personas perecieron.
El temor es que el número de muertes por el temporal de los últimos días puede aumentar, de acuerdo con declaraciones del portavoz de la Jefatura de Policía de la ciudad de Coblenza, quien agregó que las operaciones de rescate continúan.
Entre tanto, más cuatro mil 500 personas han tenido que ser evacuadas ante las fuertes corrientes de agua.
El Servicio Meteorológico Alemán advirtió que más tormentas amenazan este viernes a los estados de Renania-Palatinado y Sarre, que pueden estar acompañadas de fuertes lluvias, granizo y vientos huracanados.
Varias casas ya han sido arrasadas por la corriente la mañana de este viernes en el municipio de Erftstadt y algunas se han derrumbado, detallaron las autoridades, que informaron de varios desaparecidos.
Las autoridades de otras ciudades también advirtieron sobre varias viviendas en malas condiciones que amenazan con colapsar.
La magnitud exacta del desastre natural no se puede calcular todavía, mientras la ministra federal de Medio Ambiente, Svenja Schulze, anunció este viernes ayudas rápidas para los afectados por la catástrofe.
Schulze consideró que este temporal demuestra que el cambio climático ha llegado a Alemania, con las cantidades históricas de agua que están viendo, y calificando la situación como una tragedia nacional.
Aunque Alemania es el país más afectado, las lluvias torrenciales e inundaciones también han azotado a Bélgica, cuyas autoridades han reportado oficialmente 20 fallecidos y 20 desaparecidos.
Algunas ciudades belgas han sufrido daños materiales aún sin cuantificar, las carreteras y el tráfico ferroviario han colapsado, y muchas viviendas sufren la falta de electricidad y la escasez de agua potable.
Los Países Bajos, Francia y Luxemburgo también sufren la sacudida del fortísimo temporal que ha golpeado a Europa.