por Barredo Medina subrayó que «serán los propios estadounidenses los que al final tendrán que desistir de esa política que no conducirá nunca a una buena vecindad con Cuba ni con América Latina».
«Cuántos años podría seguir el bloqueo?». Es una pregunta para la cual -a juicio del analista en temas internacionales y periodista de la revista Bohemia- no hay una respuesta inmediata.
«Siete de cada 10 cubanos han tenido que vivir bajo el bloqueo y los propios estadounidenses se han perjudicado porque no se les permite viajar libremente hacia este país, señaló el parlamentario cubano.
«Solo el pasado años visitaron la nación caribeña más de 600 mil norteamericanos y alrededor de 400 mil residentes de origen cubano, o sea, un millón de personas», indicó. «Muchos políticos que vienen, incluso republicanos, se percatan de lo fallida que es esa política (de bloqueo) como la calificó Barack Obama en varias oportunidades», puntualizó.
Según las referencias históricas, el 3 de febrero de 1962, mediante la Orden Ejecutiva Presidencial 3447, el mandatario John F. Kennedy implantó formalmente el «embargo» total del comercio entre Estados Unidos y Cuba (bloqueo), el cual entró en vigor cuatro días después.
«Pero la escalada agresiva comenzó desde 1959, tras el triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro», acotó Barredo. «Hacia 1960 ya Washington boicoteaba las exportaciones cubanas, así como las importaciones».
También retiró la cuota azucarera y en abril del mismo año un memorando del secretario de Estado asistente Lester Mallory sugería «crear una presión económica interna de tal naturaleza que provocara el malestar, el desaliento del pueblo y se opusiera a la Revolución».
El bloqueo es el instrumento de presión de la elite de poder de Estados Unidos contra Cuba que no ha logrado el objetivo de derrocar a la Revolución cubana.
Según el experto «tiene que surgir una clase política que asuma una verdad: Cuba es un país libre e independiente; mientras no lo recnozcan estaremos en conflicto permanente con Estados Unidos».
Habrá, dijo, «periodos como el que tuvimos durante el mandato de Obama que se lograron 22 acuerdos, 57 puntos de negociación o contactos políticos importantes, intercambios de alto nivel» y se probó que se puede avanzar en medio de las divergencias y que el camino no es la política de aislamiento, como pretende Donald Trump, ni la retórica de la guerra.
La «relación de vecinos es conveniente para los cubanos y norteamericanos», expresó el diputado a la ANPP, porque hay desafíos y problemas que pueden abordarse de manera conjunta como los vinculados al «medio ambiente, trata de personas, la lucha contra el terrorismo, contra el narcotráfico», entre otros.
Fuente: Prensa Latina / Editor: Conrado Vives Anias