¿Por qué votamos? (I parte)

Podría no ser el mejor de los paisajes el de Cuba en 2023 para una votación. Se ha insistido en una mezcla de causas para nuestra situación de hoy. Las más citadas: el recrudecimiento sin precedentes del bloqueo estadounidense; el impacto de la pandemia de la COVID-19 sobre la actividad económica en general y el turismo en particular; la crisis económica global, que mezcla los efectos de la pandemia con el añadido de los incrementos de precios fruto de la guerra en Europa; la lentitud en la implementación de la reforma económica aprobada desde el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba en 2011 y un reordenamiento monetario, que no contó con la llegada de la variante Delta del virus de la COVID-19 ni con la lealtad a la política trumpista hacia Cuba del presidente Biden. Para otros, la mirada no es completa, si no se va más atrás y se parte de qué pasaba con relación a la economía en Cuba antes de que se comenzaran a manifestar los primeros visibles efectos de estos procesos, a inicios del año 2020. UN POCO DE MEMORIA Un tema que no suele mencionarse es la situación del principal aliado económico y político de Cuba: Venezuela. La reacción de algunos es previsible: «¿Por qué tenemos que depender de lo que sucede en otro país, China, Venezuela o Rusia?». Allá vamos: Cuba es asediada por un país que, siendo potencialmente su mercado natural y más cercano, la supera 30 veces en población, que emplea todo su enorme poder diplomático, mediático y económico, el mayor del mundo, para perseguir cualquier respiradero que signifique ingresos o transacciones cubanas; ¿y no puede un país sin grandes recursos en hidrocarburos, con tierras poco fértiles, pobre en recursos hidráulicos, ubicado en un lugar donde son frecuentes los huracanes intensos, …

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