por Las entrevistas denotan un conocimiento mesurado de la obra de cada uno de los entrevistados y de datos de la historia de Cuba en el siglo XX, los cuales pueden armar, con transparencia, los aciertos y desaciertos del arte como reflejo de la realidad cultural que se vive.
Gracias al libro se conocen interioridades de autores que sienten a la cubanía como la identificación más radical de su pensamiento. Gracias al texto, escuchamos a Cintio Vitier opinar sobre Lezama Lima; a César López vinculado al héroe santiaguero Frank País, (asesinado por la dictadura de Batista); a Samuel Feijóo definir al cubano; a Nicolás Guillén relacionarlo con el movimiento literario a nivel internacional.
Mérito de la lectura es el acercamiento a las joyas cubanas, la desmitificación de escritores, las vivencias relatadas por los protagonistas, la interrelación de los poetas con su época, el recuerdo de publicaciones como: «Orígenes», «Ciclón» o «La Gaceta de Cuba»; con opiniones sobre el momento literario en la década del 70 en Cuba.
El diálogo de Ciro Bianchi Ross con sus interpelados es una escuela para periodistas nóveles, en la forma de conducir un cuestionario. Como deuda quedó: la conversación con literatas femeninas, –sólo se toma a Nancy Morejón y Loló de la Torriente–, y retomar el diálogo con escritores más jóvenes, nacidos con la Revolución.
Sólo resta el agradecimiento para el periodista y la invitación a la lectura por más de una vez,para conocer de nuestra historia, contada por quienes la vivieron y expresaron con honestidad.