Un trascendental encuentro en La Mejorana entre José Martí, Máximo Gómez y Antonio Maceo

El ingenio se hallaba cerca del poblado Dos Caminos, en el actual Consejo Popular  Paquito Rosales, del municipio San Luís, en la provincia de Santiago de Cuba. Allí se ha creado un parque museo.

Aunque no hay evidencia histórica concreta, todo parece indicar que los aspectos principales tratados en esta reunión estuvieron relacionados con la forma y organización del gobierno independentista y la estrategia para la conducción de la guerra.

De esa reunión no existe acta ni documentación oficial de los participantes en la que se revele el contenido de lo tratado, por lo que los historiadores plantean diferentes hipótesis.

Por ejemplo se ha considerado que en ese instante quedó bien definido que José Martí  como Delegado del Partido Revolucionario Cubano era el máximo dirigente de la revolución y el mayor general Máximo Gómez desempeñaría las funciones de jefe del Ejército Libertador y en coordinación el mayor general Antonio Maceo, conduciría la guerra.

Se detalla que durante la entrevista hubo diferentes criterios en relación con la forma de gobierno, ya que Martí propugnaba la formación de un gobierno civil, con un presidente y un consejo o cámara de representantes con amplias facultades, pero sin posibilidad de interferir sobre la conducción de la lucha armada, que estaría regida por la jefatura militar; mientras que Maceo era partidario de una junta de generales con mando y una secretaría general, aspectos estos que quedaron pendientes de resolver por la Asamblea Constituyente de la República en Armas.

Otra cuestión importante supuestamente tratado en ese encuentro fue que, tanto Gómez como Maceo, eran partidarios de que Martí regresara al extranjero cuanto antes, donde sería más útil a la Revolución, criterio no compartido por Martí, quien entendía que en Cuba estaba su lugar. Además, en el transcurso de la entrevista, Maceo conoció y aprobó el contenido del Manifiesto de Montecristi, elaborado por Martí y Gómez.

Al siguiente día, y quizás comprendiendo lo erróneo de su actuación al no permitirles pernoctar en su campamento, Maceo los condujo nuevamente hacia ese lugar y allí, con toda la formación, los invitó a pasarle revista, intentando así borrar el desaire del día anterior. Martí y Gómez fueron aclamados con júbilo por una tropa de más de mil hombres. Seguidamente aquellos tres grandes hombres se abrazaron en presencia de los combatientes que patentizaron su regocijo con gritos. Después se despidieron.

Maceo continuó sus operaciones en esa región, mientras Martí y Gómez reanudaban su marcha hacia el oeste para continuar dando su contribución al desarrollo de la guerra.

Una semana después de haber sostenido el encuentro con Antonio Maceo en La Mejorana le escribió una carta, que fue en este caso la última que le dirigió al gran luchador por la independencia de Cuba.

En dicha misiva al resumir la autoridad de Maceo y cómo podía influir en los demás combatientes para llevar adelante la guerra, enfatizó: “Súbase en los estribos, y haga arder los hombres a su voz.”

Tan sólo 7 días más tarde se produjo en la zona de Dos Ríos la caída en combate de José Martí.

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