por Oportuno se hace entonces aprovechar la coincidencia y resaltar de entre muchas tesoneras, firmes, fieles y revolucionarias a las radialistas cubanas.
Tardó la estela femenina en tocar con su voz sonora el dial, pero a penas hizo su entrada por la puerta grande, se introdujo en el corazón de los oyentes para moldear las páginas de este indetenible medio de comunicación.
Hace ya muchos años una colega del ramo a nivel internacional, Marcia Cristina Rodríguez, dirigiéndose a las mujeres les dijo: “Trata de no limitarte y persigue tu sueño, no te rindas aunque el camino sea arduo, necesitamos ser representadas.”
Y con ese objetivo aquí estamos hoy, la historia toca nuevamente a las puertas y con ella se hace escuchar segura y fuerte la voz de la mujer y en sus crónicas, la vida y obra de tantas que llegaron en el tiempo y aquí están, de nuevo, ahora como ejemplo y guía.
Siempre dispuestas a romper fronteras las féminas en la radio, de la seguridad por el reclamo de sus derechos e intereses, el vuelco a una lucha indetenible que las hace hoy libres de expresarse y hacerse sentir.
Tanto en su función de oyentes como de profesionales de la radio, las mujeres han desempeñado un papel esencial en el desarrollo general del medio y en las prácticas de radiodifusión, sobre las que han influido de manera notable.
Vanguardistas, competentes, confiables, capaces de abordar temas profundos con sentido de autoridad y justicia, así son nuestras periodistas radiales, unas más críticas otras más sociales, pero dispuestas a darlo todo por el público que las escucha.
Y aún no quedan ahí sus funciones vitales, desde que atraviesas una recepción las encuentras, y a cada paso auxiliares de limpieza, asistentes a programas, asesoras, directoras, sonidistas, coordinadoras, fonotecarias, locutoras, periodistas y en cada oficina de personal, economía, servicios técnicos, informática, ahí está ella.
Es única la sintonía que forman la radio y la mujer, un espacio donde se rompen las fronteras de la diversidad, y donde confluyen, en una frecuencia y amplitud modulada y con un sonido suave y cautivador, la voluntad, capacidad y vocación de la radialista cubana.