por En el ámbito familiar eran habituales las conversaciones sobre trabajo, por lo que no olvidó la transformación de Radio Liberación en Radio Rebelde y la cercanía de artistas que, como Alberto Vera, se convirtieron en amigos cercanos.
Suarez Romero continuó con el hábito de escuchar radio y haciendo el servicio militar se integra a la televisión como grabador asistente de sonido y más tarde comienza un curso de realizador de sonido en la radio y se incorpora a Radio Rebelde y a Radio Taíno.
Al trabajar como sonidista ayudante en espacios informativos pudo observar cómo asumía la comunicación, el grupo de fundadores de Haciendo Radio, lo que incentivó su interés por el radioperiodismo realizado por Orlando Contreras, Jorge Ibarra, Alberto de Perez y Antolín León. Ese aprendizaje, le permitió reconocer lo que realmente le interesaba, desarrollar sus ideas.
Algunos años para dominar la profesión y muchas inquietudes, lo condujeron a la realización del radio documental Radio Reloj.50 años en la radio, con motivo del cumpleaños de esa emisora, contando con la colaboración de la periodista Yurien Portelles. En 1997, ambos resultaron premiados en el Concurso Aniversario de Radio Reloj y también recibieron el Premio del Círculo de Periodistas de la UPEC. Un año más tarde, en 1998, merecieron el Premio Nacional de Periodismo Cultural de la Unión de Escritores y Artista de Cuba (UNEAC) por ese mismo trabajo. Bruno recibió, además, el premio por Dirección de Documental Radial, otorgado en el Concurso Caracol.
Esos reconocimientos le dieron la posibilidad de desarrollarse como director en Radio Rebelde, sin todavía haber terminado sus estudios en la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisuales. Simultáneamente continuó realizando otros radios documentales, entre ellos, el que tuvo como protagonista a Alberto Vera, que también fue premiado en el Festival Nacional de la Radio.
Al egresar de la Universidad de las Artes (ISA) cursa un diplomado de periodismo convocado por la UPEC, incorporando esas valiosas herramientas a su desempeño. Se suma como director al Canal Educativo 2 y continúa su experiencia televisiva en el Canal Caribe, Canal Educativo y Cubavisión, asumiendo la dirección de programas informativos, dirección de postproducción e impulsando distintos proyectos históricos, humorísticos y musicales.
En Prensa Latina Televisión comenzó su trayectoria como documentalista audiovisual con la obra Che Masetti, dedicado al fundador de Prensa Latina, sin abandonar el vínculo radial. Otros documentales creados por él son: Como siempre Rebelde y Los secretos de Samuel. La abeja o el sarapico (TVC), dedicado al centenario de Samuel Feijóo, el cual mereció el Premio de la Biblioteca Nacional de Cuba en el Concurso Caracol.
Luego filma Retornando al maestro sobre la vida y obra de Raúl Ferrer con la producción de CINESOFT y realizó junto a Yazmina Iglesias el documental Original de Manzanillo. Una orquesta hecha para bailar. En su obra documentalistica incorpora reconstrucciones dramatizadas, entrevistas, materiales de archivo y una meticulosa banda sonora.
Con motivo del 90 cumpleaños de Alberto Vera, la EGREM grabó el disco Felicidades Papá, homenaje a Alberto Vera con versiones de las composiciones del reconocido autor, razón por la que Bruno y Giselle Crespo, codirigieron el making off ese material, aportándole un matiz de documental resultando Nominado al Cubadisco 2021.
Producidos por RTV Comercial, Suarez Romero ha finalizado los documentales Hay muchas cosas para hablar, dedicado a la Orquesta Los Van Van y a dúo con Guillermo Piñeiro, el homenaje a los 80 años de la Orquesta Aragón, titulado Aragón.Orquesta de la radio y la televisión.
Como asesor de la radio en las dinámicas de realización radial y producción, colaboró en la República de Guinea Ecuatorial, contribuyendo con su experiencia en el medio televisivo de esa nación. Ha impartido clases de banda sonora, dirección de radio en tres módulos diferentes, además de ser profesor de edición y realización radial en escuelas como la FAMCA, el Centro de Estudios del ICRT y la Facultad de Comunicación, en la carrera de periodismo.
Bruno relaciona sus saberes en las diversas tareas que emprende, guiando diversos espacios en Radio Rebelde como Estaciones, Pasaje a lo desconocido, Ventana Rebelde, Frecuencia Total, entre otros.
En los programas radiales incorpora el olfato periodístico y la agilidad en el estilo que representa a esa emisora y que distingue su obra. Los sábados a las 12 del mediodía presenta un paquete de verano en el programa humorístico Cara A, conducido por Magdiel Pérez y las actuaciones de Orlando Manrufo y el Flacomímico, con versión audiovisual en las redes.
De igual modo colabora con el sitio Cubanow, escribiendo su columna Radiando y se desempeña como uno de los vicepresidentes de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la UNEAC. Actualmente dirige para la tv un espacio dedicado al 60 aniversario de esa organización.
Acerca de la emisora Radio Rebelde, donde tiene un fuerte sentido de pertenencia, como continuador del legado paterno expresa: “Creo que además del carácter histórico e ideológico que acompaña a la emisora, esta ha hecho aportes estéticos importantes al desarrollo de la radiodifusión nacional”, asegura.
“Desde el año 1984, en que puso al aire el formato de revistas para desarrollar sus contenidos, estableció un modelo que ha irradiado a todas sus similares del país, con una programación que intercala información y música en sus propuestas, usando la música como un elemento recreativo, de reposo o de contenido. Sumado al sello informativo, una contribución fundamental de Radio Rebelde, ha sido el estilo de locución y una manera más activa de conducir, marcando el ritmo de los programas. Esta forma de hacer creó pautas a partir del trabajo de Franco Carbón, Gladys Goizueta, y Cesar Arredondo, reconformándose en Magdiel, Pedro Martínez Arcos e Idania Martínez Grandales”.
Los que conocemos a Bruno Suarez Romero, somos testigos de su inteligencia, ironía e incansable bregar. Se trata de un profesional que ha encontrado los caminos para reafirmarse como un hombre sin pausa.