por En la década de los años 40s del pasado siglo, y por la permisibilidad de los gobiernos auténticos y entreguistas de Cuba, en la Universidad de La Habana proliferan elementos pandilleros y gansteriles que fueron conocidos con el nombre de bonchistas, mientras que una nueva generación de estudiantes lidereados por José Antonio Echeverría, centraban sus esfuerzos en desplazar de los predios universitarios a esos grupos gansteriles que controlaban la UH.
Desde 1952 ya la FEU había desarrollado acciones en la Universidad como la Jura de la Constitución y el Velatorio de la Constitución del 40. Esa acción de los estudiantes cubanos se extendió a toda la Isla, en Cienfuegos, por ejemplo, el juramento de la nueva Carta Magna, fue firmada además por el pueblo.
En 1953 se produjo una gigantesca marcha estudiantil como protesta por el ultraje al busto de Julio Antonio Mella, que sólo cinco días antes había sido inaugurado en la plaza frente a la escalinata de la Universidad de La Habana, en esa marcha los jóvenes se enfrentaron a los cuerpos represivos del ejército, la Policía y la Marina de Guerra en San Lázaro y Prado.
El 30 de septiembre de 1954, ante un acto estudiantil Fructuoso Rodríguez proclama a José Antonio Echeverría como Presidente de la FEU, ante los intentos de manipulación del ala bonchista y las autoridades universitarias que pretendían controlar la organización.
Fue así como José Antonio comienza a pensar en un Directorio, que fuese un brazo armado para enfrentar a la dictadura de Fulgencio Batista y al ganterismo en la Universidad de La Habana. De la creación de ese grupo de combatientes fueron testigos Fructuoso Rodríguez, Faure Chomón (recientemente fallecido), René Anillo, Jorge Ibarra Cuesta, José Luis Varona, y Julio García Olivera.
La FEU al frente de la cual se encontraban José Antonio y Fructuoso Fructuoso Rodríguez, tuvo gran importancia en la campaña por la liberación de Fidel Castro, los Moncadistas, y de todos los revolucionarios que guardaban prisión, su lucha fue vital para lograr la Amnistía. El Directorio fue extendiendose a toda Cuba.
José Antonio Echeverría, luego de radicalizar la organización, firmó entonces en nombre del Directorio la llamada Carta de México el 30 de agosto de 1956 que representó la declaración de guerra de la juventud cubana contra la tiranía y la unión de fines entre el Directorio Revolucionario y el Movimiento 26 de Julio.
Fue el Directorio Revolucionario quién insistió en golpear arriba a la dictadura, por ello preparó ajusticiar al jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) por asesino, la toma de la armería de La Habana Vieja, el ataque a distintas fortalezas militares de La Habana, el Asalto al Palacio Presidencial y la Toma de Radio Reloj. Y, precisamente fueron los miembros del Directorio quienes protagonizaron los hechos acaecidos en La Habana, durante los sucesos de Humbolt 7.
Los objetivos que se trazaron los miembros del Directorio Revolucionario el 13 de marzo de 1957 fueron tres: Asalto al Palacio Presidencial, toma de una emisora (que sería Radio Reloj) para difundir la voz del movimiento revolucionario y ocupación de la Universidad de La Habana, como sede de su Estado Mayor. Los jóvenes con José Antonio al frente escribirían entonces una página gloriosa de nuestra historia.
El Directorio Revolucionario (Denominado a partir de este hecho «13 de Marzo»), luego del asesinato de José Antonio, continuó la lucha armada desde la clandestinidad y constituyó un fuerte aliado de los combatientes de la Sierra Maestra. Firmaron con el Che y la Columna 8 el Pacto del Pedrero en el cual manifestaron el interés de acompañar el Ejército Rebelde en el derrocamiento de la dictadura.
El Directorio Revolucionario se incorporó a las tareas de la Revolución en el poder, bajo las órdenes de Fidel. El 12 de enero de 1959 anunció su decisión de dejar de existir como fuerza armada y mantenerse sólo como una organización política revolucionaria. En 1961 dejó de existir al fusionarse con el Movimiento 26 de Julio y al Partido Socialista Popular.