Enrique Ojito y Arelis García: la radio y su magnetismo incurable
A Enrique Ojito Linares, Premio Nacional de Periodismo José Martí, y a su esposa, la también multipremiada Arelis García Acosta, la radio se les prendió al pecho con un magnetismo incurable. Al éter le prodigan la realidad en sonidos y la complicidad de las pasiones que les laten en sintonía. Por: Yeris del Sauzal Francisco Ojito: Debo confesarte que recuerdo con toda nitidez mi primer trabajo periodístico radial publicado exactamente el catorce de junio de 1990, aquí en Radio Sancti Spíritus. En aquella crónica que dedicamos al Che intenté dibujar el instante vivido por Celia, su mamá, cuando lo trajo al mundo, mientras imaginaba yo cómo un barco en la noche profunda debía entrar al muelle del puerto de Rosario de Argentina en aquel justo momento. Arelis: Hace más de treinta y un años llegué a la emisora serrana Radio 8SF en Segundo Frente, Santiago de Cuba. Recuerdo que había un solo estudio y desde allí se transmitía en vivo, se montaban los programas grabados y, a altas horas de la noche, era que entonces se podía asistir a la hechura de una crónica, de un reportaje y fue precisamente ese ambiente de creación periodística el que me conquistó. Quizás fue la tanta nobleza de los campesinos de aquel lomerío, la naturaleza, la historia de esos parajes. Lo cierto es que un buen día, a las cinco de la mañana, me vi en las alturas de un lugar que se llama Tumba Siete, frente a Edelmira Tejeda, una recogedora de café millonaria con una filosofía de vida y una manera de cantar décima sorprendente, y en esa ocasión un radialista apasionado, Enrique Ojito Linares, mi profesor y mi compañero de vida durante más de treinta años recuerdo me dijo: “Vamos a grabar hasta el canto de los pájaros que se …